Amores y Amantes recopila en dos volúmenes un trabajo realizado por María Isabel Rueda en 1999 realiza una reflexión alrededor de los estereotipos de género que se presentaban en las novelas que veía y las fotonovelas que leía.
“En estas fotonovelas que coleccioné por años, sobre todo en los ochenta, empecé a cuestionarme lo que hasta ese momento yo entendía era mi confuso género a través de la teoría del color que se me había sido impuesta:
rosado para la mujer, azul celeste para el hombre,
según nos condicionaban al nacer.
La idea era subvertir o encarnar el clisé, los dos caminos podían llevarnos a grandes desaprendizajes. Nuestra reacción ante el color dictaba el tono de sumisión o subversión en la lectura. Dependía de quién lo veía, de cómo
lo sentía.
Como silencié a los hombres y estratégicamente a las mujeres, fue apareciendo en la relectura una voz en off que algunas veces completaba la frase a su antojo. Siempre me pregunté si esa voz podría finalmente liberarse de su género y actuar incoherente e incomprensible. Con el tiempo descubrí el poder que acompañaba al acto de dejar las viñetas sin contenido.”